El hombre más allá del mito
Con dirección de Daniel Suárez Marzal, pasado mañana se estrenará esta obra que, según afirma, buscará rescatar al hombre detrás del ícono retratado en remeras e inmortalizado en bronce
Por Carlos Pacheco
Para LA NACION
El teatro, la literatura y el cine en más de una oportunidad se han detenido en la figura de Ernesto Guevara, el "Che", tratando de mostrar algo más de ese hombre que creció y murió rodeado de un fuerte espíritu legendario. Ahora es un musical el que busca recuperarlo. Con textos y música original de Oscar Laiguera y Oscar Mangione, y con la dirección de Daniel Suárez Marzal, Che! El musical, que se estrenará pasado mañana en la Ciudad Cultural Konex, intentará recuperar al personaje mostrando su costado más humanista. "No se trata de mostrar ni al «Che» de la camiseta ni al «Che» del bronce -asegura Suárez Marzal-. Hemos tratado de encontrar el del medio: la persona".
En el amplio escenario de la sala mayor del Konex, un grupo de bailarines ensaya a las órdenes del coreógrafo Omar Saravia. En el centro del grupo, Alejandro Paker se mueve con placer. Cuesta reconocer que el maestro de ceremonias de Cabaret y, luego, el Frank Brown de Pepino el 88 ahora se calce el uniforme de fajina de un guerrillero. Por ahora está en ropa de ensayo, ni la barba se ha colocado. Eso vendrá después, para la foto, y allí su imagen se modificará notablemente.
Muy cerca observa la escena Germán Barceló, actor y cantante, que también será protagonista. El hará las funciones de los jueves y viernes y Paker, las correspondientes a los sábados y domingos.
Ese espacio en el que ahora se mueven pocas personas, en días de funciones estará casi colmado. Cerca de 60 artistas, de los cuales 16 son músicos, subirán a escena cada noche para repasar aspectos de la vida del Che en un orden bien cronológico: "Su niñez, su juventud, la revolución cubana y boliviana o la eternidad. Lo mío es la heterodoxia", agrega cuando se le pregunta acerca de esta incursión en un musical que se dispara desde la historia. "Nunca sé explicar bien en qué géneros me muevo. Me interesan el teatro clásico, el contemporáneo, la ópera. Pero el musical, cuando tiene una nueva forma, me atrae mucho también. Siempre estoy oliendo por qué lado aparece esa nueva forma. Y en el caso del musical argentino me importa mucho, porque creo que es un género que hay que resucitar."
Si en un comienzo comenta haber tenido algunos escrúpulos con la pieza, dado que refleja a una figura del pasado reciente, de inmediato comprendió que no debía caer en la banalización ni tampoco crear una imagen del Che muy próxima a la estatua. "Tengo un nuevo amigo en el Che, es una cosa rara -explica-. Lo que más me gustó fue encontrar las relaciones entre la política y la poesía, como dos fuerzas creativas que asoman de continuo en su vida. En él están dadas de un modo extraordinario. Como si imaginar un mundo nuevo fuera, al mismo tiempo, un hecho político y poético. Si uno repasa las cartas a su madre, de inmediato descubrirá que allí asoman cosas desconocidas de un hombre, más allá del revolucionario. Un hombre integral, como se pueden encontrar pocos."
Historias de rosarinosPara el rosarino Alejandro Paker, meterse en el mundo del Che Guevara ha sido toda una revelación. Sabía que, como él, había nacido en Rosario, pero excepto por algún grafiti pintado en una pared con su imagen pocos datos tenía sobre ese hombre. Es más: recuerda que durante los años de estudiante jamás sus profesores le hablaron de Guevara. Para abordar el personaje primero se ligó a una de las tantas biografías que se han escrito. "Pero a las biografías les falta siempre ese costado que necesitamos los actores y que tiene más que ver con lo personal -reconoce-. Entonces recurrí a la familia y a sus amigos. Leí los libros escritos por ellos. Y me fui apasionando cada vez más. Es un hombre impresionante."
Ahora siente que interpretar al Che es un compromiso, sobre todo con la gente que tiene su propia ideología. A Paker le gusta hablar de "los olores del personaje", y así define aquello en lo que ha buceado durante los ensayos: "Su ternura, sus miedos, sus contradicciones, la toma de decisiones entre las mujeres y su ideología, el crescendo de sus convicciones". Lo que más lo sorprende, más allá de su costado revolucionario, es su amor. Y lo confirma citando una frase de uno de sus libros: "Un revolucionario debe tener amor, debe estar enamorado de la revolución y de los demás".
El musical es un género que siempre se asocia a Inglaterra o los Estados Unidos. Puede resultar contradictorio que la figura del Che se ligue a las pautas espectaculares de esos países. "La vida está llena de contradicciones y me parece que el arte está lleno de esas contradicciones -afirma Paker-. Aquí hay una decisión muy acertada, y es que no se va a escuchar jazz ni bailamos tap. Desde lo musical se ha incursionado en los sonidos que suponemos pertenecían a esa época, partiendo de Rosario, luego Alta Gracia (adonde la familia llevó a Ernesto por sus problemas de asma), Buenos Aires, Cuba, Bolivia. Son los sonidos que escuchó este hombre entre 1928 y 1965. Hay tangos, milongas, folklore, valsecitos criollos; un estilo que rompe con el clásico musical norteamericano."
"Estamos dando nuestra visión sobre un personaje emblemático en la historia argentina -apunta Suárez Marzal-. Creo que hay que meterse con estas cosas, en algún punto se revuelve el avispero y se empieza a pensar de nuevo en estos seres. No me parece que el teatro y la política sean vecinos ni está la intención de hacer la revolución desde el teatro. Podemos hermanarlos para encontrar un camino cruzado que sirva para reflexionar."
Amigos, creo que les va interesar saber que hay una película acerca de como la gente interpreta el mito del Che Guevara alrededor del mundo: www.personalche.com.
ResponderEliminarSaludos,
Douglas Duarte
Muy bueno, gracias Douglas.
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